Bienvenidos

Este blog es un lugar de escritura. Podes encontrarte con poesías, con crónicas, con apuntes de filosofía, con ideas en gestación, con escritos de alumnas y alumnos... podes encontrarte. La fotografía del cóndor volando en libertad, la saqué en el Cerro Tronador, muy cerca de Bariloche. Me llamo Francisco Mina. Cocino bien, jugaba al futbol, sigo andando en bicicleta, y soy profesor de Filosofía en educación terciaria en Escobar y Campana (Argentina al sur)

jueves, 30 de marzo de 2023

Ser profesor (apuntes para el taller de bienvenida de los estudiantes del profesorado de matemática)

 Pensar el oficio de profesor.

"El libro transcribe un curso de maestría dedicado al oficio de profesor, visto desde el punto de vista de la artesanía. Existen numerosas obras que transcriben cursos, pero lo que suele encontrarse es solo la voz del profesor que los imparte, generalmente, un autor reconocido. Aquí, sin embargo, el profesor no es un autor sino un lector que da a leer o, dicho de otro modo, aquí la voz de profesor no sostiene un discurso, sino que propone y acompaña un curso. Por eso se citan, se comentan y se parafrasean extensamente los textos que se trabajaron; se anotan las conversaciones que se produjeron; se transcriben algunos de los ejercicios de los estudiantes; se da cuenta de las dificultades, las dudas, los ensayos fallidos, las imprecisiones, los desacuerdos, los caminos que se ensayaron y no llevaron a ninguna parte, y no se evitan las repeticiones, las vueltas atrás, los desvíos y, desde luego, los momentos más o menos tediosos. Un curso es un ejercicio, pero también un experimento (a veces fallido) y lo que se cuenta aquí es la forma que tuvo una tentativa concreta de pensar el oficio de profesor, en un cierto lugar y en un determinado momento."


Fragmento de “El profesor artesano” de Jorge Larrosa.



 


 






miércoles, 22 de marzo de 2023

Mi mamá compra flores (relato de Pedro Orgambide)

 Mi mamá compra flores

Me inicié en la literatura un día de 1936, a los siete años, cuando la maestra nos dijo que escribiéramos una composición tema: "Mi madre". Muchas cosas me vinieron a la cabeza, pero no podía escribir nada. Entonces observé que mis compañeros escribían con una enorme facilidad y tuve ganas de llorar: yo era un chico de la calle, me costaba mucho expresarme y era el menos aplicado de todos. De golpe, sentado frente al hoja en blanco pude ver a mi madre. Caminaba por un inmenso mercado repleto de verduras, frutas y flores, un mercado donde se oían las voces de quienes compraban y vendían, voces como de fiesta. En medio de todo eso, veía a mi hermosa y joven mamá que, aunque éramos muy pobres en aquella época de crisis, siempre compraba un ramo de flores, un pequeño y muy humilde ramo de flores. La cabeza se me pobló de imágenes: veía las mudanzas de mi familia que deambulaba de barrio en barrio durante la década del treinta. Y todo eso se me vino de golpe en una sola metáfora de lo que era mi vida a los siete años. Y cuando vi la hoja en blanco, ese papel blanco que todo escritor teme y desea a la vez, yo escribí simplemente: "Mi mamá compra flores". Esa era mi composición. Solamente pude escribir esas cuatro palabras. La maestra, que seguramente no conocía la pedagogía moderna -que se debía estar inventando en ese preciso momento- me puso un bonete de burro y me dijo: "Nunca en la vida podrás escribir, ni siquiera una carta". Ese día, ese preciso día, decidí ser e
scritor.

Pedro Orgambide, 1985, en “Todos teníamos veinte años”.

Audiotexto

Pensarnos fuera del miedo

 

Todos, de algún lado, ya venimos averiados...

(Pensar las relaciones humanas fuera del miedo)


El título parece una broma, o una afirmación muy negativa sobre nosotros mismos, pero no es así. Estas palabras forman parte de una poesía hermosa de Kevin Johansen hecha canción. Se llama “Tu ve”. Pero mejor escuchen esta versión que comparto, cantando en una especie de pacífica conversación, junto a Natalia Lafourcade. Nos servirá de ambientación de nuestro encuentro.


"Tu ve". Kevin Johansen y Natalia Lafourcade


Es una invitación a pensarnos como seres humanos, lejos de los criterios del éxito. Es una puerta a comprendernos desde nuestras posibilidades y también desde nuestras impotencias.


Para ir leyendo

"La hospitalidad" Jacques Derrida


Mi nombre es Francisco, soy profesor de filosofía. Bienvenidas, bienvenidos


domingo, 10 de julio de 2022

Taller sobre amor y violencia. Colegio UBA Ramon Cereijo de Escobar (3° dia)

 

Si no hay amor, que no haya nada entonces, alma mía no vas a regatear.

("El tesoro de los inocentes". Indio Solari)


Culminamos el taller sobre violencia y amor este lunes 11 de julio.
En el segundo encuentro intenté que pudiéramos dialogar sobre algunas propuestas que requerían mirar algunos videos previamente. Creo que no es muy factible. Por eso voy a llevar fragmentos de textos que considero interesantes para abrir caminos sobre estos temas que luego ustedes llevan a lugares muy nuevos. El jueves pasado me gustó mucho participar en el debate sobre el amor como posesión y como libertad.
Nos vemos el lunes a las 13:30 hs.

Les dejo una poesía de Benedetti. La lee el mismo. El amor como compromiso con la vida que está fuera de los dos que se aman.

No te salves



lunes, 4 de julio de 2022

Taller sobre amor y violencia. Colegio UBA Ramon Cereijo de Escobar (2° dia)

 

Si no hay amor, que no haya nada entonces, alma mía no vas a regatear.

("El tesoro de los inocentes". Indio Solari)

En el post anterior tienen los link a los videos y la propuesta para el primer día de taller.
Gracias por la participación!
Para el jueves próximo estaría bueno que puedan mirar antes los tres videos sobre violencia y amor, para pensar juntos, para conversar con profundidad sobre el tema, y si da, para organizar alguna acción para el último día de taller, el lunes próximo.
Si quieren traer algo breve para leer: una poesía, una canción o lo que deseen compartir con los demás, estaría muy bueno. Yo también llevo algo.

Me quedé pensando mucho en las cosas que compartieron hoy sobre las dos canciones que escuchamos juntos.

El amor de pareja, de amigos, de padres, de hijos, de hermanos, de compañeros de estudio y de trabajo, de vecinos, el amor social de ciudadanos, es siempre difícil. Son siempre mas fáciles las razones para el odio y la violencia. La violencia siempre tiene razones. Siempre tiene motivos. Por eso es un compromiso pensar en las razones para el amor en todas sus formas. A muchos nos enseñaron antes a defendernos y agredir, a competir, a ser primeros, que a respetar y amar.
"Nadie es de nadie" decía el tema que compartimos.

Si pueden mirar esos videos seguramente podemos aprender juntos. Tienen todos menos de media hora de duración, vuelvo a poner los link aquí.
Nos vemos el jueves. Que anden bien

Taller "confianza". Colegio UBA Ramon Cereijo de Escobar

Si no hay amor, que no haya nada entonces, alma mía no vas a regatear.

("El tesoro de los inocentes". Indio Solari)

Confío que en este taller algo vamos a construir juntos, algo vamos a reparar. Pensé algún tema para empezar, pero prefiero guardarlo hasta encontrarnos, y así primero escuchar. Hasta podría decir que antes que nada este es un taller de confianza. Porque sin confianza no podemos escucharnos, no podemos aprender nada nuevo. Sin confianza solo queda la violencia. Por eso, hasta encontrarnos, este taller al que las invito, los invito, lo voy a llamar tan solo “Confianza”.

Escuchar la invitación al taller

La primer sugerencia es empezar a hablar y trabajar sobre la violencia y el amor. Si luego surgen otras temáticas lo conversamos y nos organizamos en torno a otros temas y a otra actividad.

Algunos recursos para mirar, para leer, para compartir

Videos sobre Amor, amistad (es una de las formas del amor) y la violencia. Intentan una teoría sobre amor y violencia


Videos que abordan estos temas


Un video de "No te va a gustar" y "Agarrate Catalina" llamado Violencia




Un tema de Kevin Johansen, interpretado con Natalia Lafourcade, sobre un amor "posible" entre aquellos que venimos averiados, que somos de la calle.




miércoles, 22 de septiembre de 2021

Feliz día profesoras y profesores

Un profesor inventa el futuro entre cuatro paredes, inaugura debates imposibles fuera del taller de magia del aula. Es un panadero de palabras que amasa ciencia con un pizarrón y una tiza. A veces te hace reír, y a veces te aburre. Sostiene con su precariedad el porvenir de lo humano. Y le creemos porque después de clase camina con nosotros y te lo cruzas en el supermercado bajando de un auto mas barato que el tuyo.

Un abrazo colegas queridas y queridos.
Comparto una canción de alguien que quiere hacer una casa hecha a mano que mire al mar. Yo quiero hacer eso en clase, enseñar a hacer esa casa. Salud

Francisco (17 de septiembre de 2021, día del profesor)


martes, 1 de diciembre de 2020

Amar saber. Saber amar

Educar los sentimientos es ayudar a componer un tiempo propio, propiciar un componerse a sí mismo en la trama de las relaciones y lazos que nos constituyen en aquello que somos y podemos ser. Por eso, la educación es un trabajo artístico, musical, filosófico con los sentimientos: escuchar la voz en la palabra, crear las condiciones para que todos consigamos componer nuestra propia melodía, para que podamos sentir la música que nos hace ser realmente aquello que somos. Más aún, la filosofía, como acabamos de afirmar, es la vivencia de un sentimiento por el saber y de un saber sentimental. Es eso que aprendemos en una escuela cuando ella es una escuela más que una institución, cuando una escuela es filosófica en ese sentido más propio de la palabra. Por eso, la filosofía es una posibilidad imborrable de la educación, aquella que permite a una práctica educativa ser realmente aquello que ella es y, a los que la habitan, encontrarse con lo que realmente son.

Walter Kohan en "Freire mas que nunca".

lunes, 30 de noviembre de 2020

Lo hice por vos, mamá!

Hay tantos “maradonas” como personas, cada uno elige el suyo, dijo Pedro Saborido el día de la muerte del Señor Don Diego Armando. Hoy vi que una jugadora de futbol de España se negó al homenaje por su relación oscura con las mujeres, y me pareció bueno lo que decía. Sería muy sano evitar todas las idolatrías y disfrutar las obras, que muchas veces son el grito desesperado de una humanidad quebrada. Eso obligaría a que tanta gente que no se siente atraída por el futbol se ocupara estos días de otra cosa.

Cuando yo era pibe no tenía mas que una bici vieja y la canchita a pocos metros de casa. Siempre "jugué mal", me corrijo, siempre jugué. Jugar era divertirse, reírse con los amigos, intentar hacer algo de lo que escuchaba los domingos en el relato de la radio. No era un chamuyo, era una práctica, un juego. Aprendí a respetar, a pelearme, a correr, a saltar, a no tenerle miedo al pelotazo... Recuperé algo del sol que me faltó hasta los nueve. Tantas cosas me dio ese potrero, y no había mucho mas. Cuando sos un pibe pobre, tenes ganas de muchas cosas, como todos, pero las frustraciones de los que viven junto a Vos: tu familia, tus compañeros de la escuela, tu barrio, te repiten despacito en el oído a cada rato: “no vas a poder”.
Hay mucha hipocresía en los discursos sobre Diego Maradona, posiblemente un desconocido hasta para él mismo. El mundo le ofreció dinero, cocaína, fama, placer … a cambio de su futbol maravilloso y del espectáculo inacabable de su ansiedad sin freno. Jamás le permitió dejar de ofrecer la magia de su habilidad. El que nunca intentó horas y horas dominar una pelota de cuero en la tierra y el pasto, hacerla bailar en el aire y meterla en una red a pesar de los once de enfrente, no sabe mas que lo que ve sentado en la platea o frente a un televisor, que es muy poco. El futbol es una experiencia humana, y por eso es un juego social, como la vida. Diego ofreció ese arte. Pero tampoco se le permitió dejar de ofrecer el espectáculo morboso de su herida original nunca curada. Fue una fiesta mostrarlo al borde de la muerte, como un loco que fascina caminando eternamente en la cornisa de su angustia y de su exceso. Un pibe lastimado por el hambre de la infancia, que se vuelve mas dura cuando tiene un balcón a una abundancia inalcanzable. La casa donde nació, la ocupa hoy una familia que cartonea. No hay joda, no hay romanticismo, no hay superhéroes. La puerta que da a la superación de los pobres está cerrada por el óxido. Cuando se abre, se paga un precio muy caro.
Me conmueve escuchar un diálogo telefónico de Diego al terminar el partido con los ingleses y su mamá. “No sabes como alegraste a todos los argentinos” le dice la “Tota”. Y el le contesta: “lo hice por vos mamá”. ¿Cuantos amores gratuitos, sinceros, habrá tenido este pibe envejecido que acaba de morir? Ese canibalismo que lo acompañó en toda su vida se continúa en el destrozo de su cuerpo inanimado. Se parece al juego del gato cuando se le murió el ratón entre las manos y lo agita por el aire para que reviva su placer.
Muchas veces escuché a mis alumnos de la cárcel, hablar de los partidos como un instante de libertad. “En ese rato no estás mas encerrado”.
Se murió un viejo prematuro, lleno de achaques y dolores. Se murió solo, como todos los mortales. Se murió un pibe que jugaba. Si vos podés, llevá una bolsa de comida al comedor o merendero que seguro tenés cerca de tu casa. Y llevales también una pelota, algún libro lindo de cuentos, unos cuadernos, algún juguete. Estamos jodidos mientras tengamos tantos pibes en la calle sin futuro.
Y junto a todos esos que lloraban tratando de pasar delante del cajón, con pocos dientes, con poca guita en el bolsillo, me uno en el silencio. Gracias Dieguito por tanta magia futbolera. Descansá en Paz.

                                                                                                                Francisco Mina

viernes, 18 de septiembre de 2020

Ser profesor

 Una brevísima reflexión sobre la identidad del profesor en nuestros días



lunes, 4 de mayo de 2020

Romper el techo


"Romper el techo"
Filosofía para los que están en la vereda.
Francisco Mina.

No está tan claro que la filosofía se pueda estudiar como estudiamos química, inglés o matemática. Muchos asociamos la filosofía a un arte. La materia con la que trabaja un alfarero es la arcilla.
La materia del arte de hacer filosofía es la pregunta, es el cuestionamiento de la realidad. Pero no estamos hablando de cualquier pregunta, sino de aquella que todavía no nos hicimos, de la pregunta que conmueve la quietud del saber. Aquel que sabe ya no se pregunta mas, por eso la Filosofía está mas cerca de la inquietud que genera la ignorancia. Por esto decimos que la edad filosófica es la infancia, porque es el momento en que no hay vergüenza de preguntarse por todo. Otra disposición para la filosofía es el asombro, esa capacidad para quedarnos mudos ante algo maravilloso. El enemigo del asombro es el acostumbramiento, esa especie de estar ante algo muy grande y no darnos cuenta.
Es difícil hacer filosofía cuando sabemos mucho, también cuando nos hemos acostumbrado a vivir, o a malvivir.

Conocí un nene que nació en una habitación oscura, muy oscura, detrás de la carpintería de su viejo. Vivió ahí con sus padres y su hermano menor hasta los nueve años. Un día le contó a su papá que había ido a jugar a la casa de un compañero de la escuela también muy pobre, pero en esa casa, había una ventana. "Es hermoso" le explicaba entusiasmado, "cuando se largó a llover veíamos el agua sin salir a la vereda!". ¿No podemos Papá hacer acá una ventana? No, no se puede, todas las paredes dan a los vecinos, y ademas la carpintería es alquilada. "¿Y en el techo?" insistió el nene preocupado... ¿No podemos hacer una ventana en el techo?
No! Es imposible, a ver si lo entendés, los techos no se pueden romper!

Esos techos que no se pueden abrir para que entre la luz y el aire, no son solo problemas de pobreza en términos de carencia monetaria. Son la imposibilidad de tantos pueblos de pensarse a si mismos de otro modo. Cuando un pibe no aprende a leer a tiempo, a escuchar y hacer música, a jugar libremente, a reírse y aprender, un techo mas se cierra sobre su cabeza con el mas pesado de los cementos: la resignación. Sin necesidad de palabras, se convencen millones de seres humanos en nuestro mundo, que una vida soñada es para otros. No pueden pensar y decidir por si mismos. Son pensados por otros.
Esos son "los que están en la vereda", buscando algo de luz. La filosofía nació en las calles y allí debería volver. Ella se define por la pregunta mas urgente y vital, que muchas veces se vuelve extremadamente simple: ¿por que no?

Empezamos juntos un curso y podemos llegar a cuestionarnos muchas cosas en él. ¿Por que no?
Este curso se llama "romper el techo" porque intenta ser una compañía en el camino de búsqueda del único objetivo genuino del pensar filosófico: la libertad.

Bienvenidos.





martes, 14 de abril de 2020

Pascua sin rituales

Hoy recordé una escena del pasado cargada de detalles: Estoy saliendo de la unidad penal de Campana, de la que soy profesor de su escuela secundaria, para adultos en prisión. Al traspasar la última barrera veo un joven caminando al borde de la ruta de una manera llamativa. Ha estado preso por situaciones de conflicto con la ley, y sin embargo lo reconozco por su ingenuidad para moverse en un territorio que se le ha vuelto ajeno. Paro mi viejo Ford para preguntarle para donde va. "No lo se" me dice, asomándose a la ventanilla, "quiero acercarme a algo que me lleve a Avellaneda". Lo invito a subir. Me lo agradece mucho. No ha sido alumno mio, pero nos hemos visto en algún pasillo de la cárcel. Los ojos no le alcanzan para mirar a cada costado mientras nos alejamos del penal. Su felicidad me contagia. "¿Tenés monedas para el colectivo?", le pregunto. Años después comencé a llevar alguna tarjeta "sube" con unos pesos cargados en el auto, por si se repetía la situación. Le explico que no hay mas boletos de papel que le compras al chofer, y me da la impresión que estoy hablando con alguien que viene de visita a un país lejano al suyo, o que vuelve del pasado. Y las dos situaciones son hoy su realidad.

Charlamos sobre cosas simples: su familia y la mía, el día de sol, tomar unos mates con su madre, abrazar a sus hijos, caminar un rato por el barrio.

Unas cuantas veces volví a disfrutar del oficio de ser el primer abrazo de bienvenida de un pibe que intentaba empezar de nuevo. Extraño mucho esos momentos.
Escribo estos recuerdos en esta mañana de Pascua tan diferente, junto a una ventana que me devuelve una calle inquietantemente vacía. Nuestra amenaza no es un virus, sino la vieja y temida muerte. Esa es la verdadera amenaza que sufren los pueblos con hambre, los trabajadores despedidos, los presos, los viejos,... y también sufro yo desde este lado de la ventana. La muerte como un puro abandono, como desesperanza, como dolor y soledad. La Pascua es ese abrazo del Amor que se hace Resurrección y se anticipa en cada plato de comida, en cada médico y enfermero agotados de tanto intentar alguna salida, en cada llamado de teléfono largo y paciente con aquellos que están solos. La Pascua es ese viaje al sol, el primer día de libertad, que espero alguno me ofrezca al borde del camino.

martes, 24 de marzo de 2020

Memoria verdad y justicia

desclasificados

la inteligencia de EEUU
durante la dictadura


El Cels, Abuelas de Plaza de Mayo, y Memoria abierta han trabajado los primeros 1000 documentos con criterios de ordenamiento y búsqueda que favorecen su consulta. Es un trabajo profesional sobre copias facsimil en inglés, sin digitalización de texto, que ha sido explorado y ordenado a fuerza de paciencia, sabiduría y responsabilidad ciudadana. El equipo de trabajo esta integrado por miembros de los organismos nombrados y 19 voluntarios de diferentes casas de estudios superiores de nuestro país. Invito a revisar el sitio, como una marcha virtual por la memoria. Felicito con emoción y orgullo a mi hija Macarena por formar parte de este equipo de trabajo.


https://desclasificados.org.ar/

martes, 1 de octubre de 2019

La sociedad del decrecimiento


Estoy empezando a leer a Serge Latouche y su propuesta filosófico política de una sociedad del “decrecimiento”. Adjunto un pequeño video con una entrevista.
Una contraofensiva a la hiperproducción consumista. Interesante. Difícil de pensar en Latinoamérica sin un proyecto que antes incluya a las mayorías desplazadas del acceso a la educación, el trabajo, la alimentación y la vivienda.
Hoy, frente a espacios sociales que no se cuestionan la superproducción de residuos contaminantes ni el desperdicio de alimentos, multitudes de familias con sus niños, revuelven la basura y “separan” comestibles, plásticos, metales, vidrios y cartón. Algunos pensamos que el motor mas interesante y bello de la humanidad es la solidaridad con aquel que sufre por la simple razón de sabernos una sola realidad. Eso que sin muchas sutilezas académicas, entiende una señora de barrio al abrir las puertas de su casa, también pobre, y hacer de su “imposible living” un comedor que ataje la emergencia. Un homenaje estas palabras a esas ciudadanas que evitan la desnutrición de los mas pobres con una garrafa, un anafe y una olla de 60 litros, despertando la conciencia de sus vecinos, ofreciendo un plato de comida y una sonrisa que alivie el hambre y el desencanto.



miércoles, 11 de septiembre de 2019

Feliz día Maestras y Maestros de la Patria.

Hoy es el día del maestro en nuestro país, la Argentina. La ocasión la ofrece el aniversario de la muerte de Domingo Faustino Sarmiento. Quizá sea por esto, que ya desde el comienzo, hablar de “educación” en nuestra tierra sea conflictivo.
La identidad docente se debate entre profundas contradicciones en los orígenes de la Patria. La acción de “civilizar” estuvo teñida de sangre desde la conquista. ¿Como resuena en el siglo XXI la sociedad entre identidad y conquista? ¿Que quiere decir que somos lo que somos a partir de ser conquistados? ¿Que es ser conquistados?
Sarmiento encabeza un potente movimiento político de educación civilizadora, inspirado en los principios pedagógicos de la revolución francesa y las experiencias educativas de Norteamérica. No es un “vendepatria”. Intenta una transformación republicana con notas industrialistas, que sea capaz del diálogo económico con “los países centrales”.
Los indios, los gauchos y los inmigrantes españoles del siglo XIX, no le sirven a su propósito vanguardista. El Facundo (sin duda una de las obras literarias mas importantes de nuestra historia) da testimonio desembozado de este desprecio. Los pueblos originarios y sus posteriores mestizajes son el atraso. Con ellos no es posible hacer una Argentina pujante, moderna, civilizada.
La escuela será la fabrica transformadora que hará de los vagos y enemigos del progreso, un sujeto nuevo, que junto a lo mejor de la inmigración europea constituyan un país pujante.
Este será el discurso constituyente de la escuela. Quizá por eso la escuela siga aún hoy teniendo algunas expresiones contradictorias, buscando a los niños pobres para que entren a las aulas y luego despreciando su cultura.
Nada bueno puede nacer de “ser conquistados”. ¿Como no reconocer la acción educadora de Sarmiento? Pero también: ¿porque seguir comprando como en un paquete indefectible, su ostentoso desprecio por los habitantes originarios de estas tierras?
Ayer le pedí una foto a una alumna, que luego de las clases en el profesorado de Matemática a las diez de la noche, retoma su trabajo de entrega de pedidos en su moto. Luego, muy tarde ya, retoma su camino a Garín, a diez kilómetros de Escobar. Un enorme esfuerzo que ella juega con total convicción. Es solo un ejemplo. Nuestras clases en los terciarios de la Provincia de Buenos Aires están llenas de estos alumnos, que pagan un peaje doble para luego transitar por un camino lleno de complicaciones. Todo para ellos es siempre mas difícil. Ella, como tantos otros, será un trabajador de la Educación como yo lo soy ahora. El problema de la Argentina no son los pobres y la ignorancia, sino los privilegiados y su aparente sabiduría. Educar no es colaborar con aquellos que tienen mucho sin esfuerzo, para que sigan aumentando su opulencia. Educar es crear oportunidades de trabajo para un acceso justo a la riqueza de este mundo, que es de todos.
Feliz día a todos los colegas.

Francisco Mina

viernes, 26 de julio de 2019

Amor, política y tangos

Un encuentro de amor en palabras, hechas poesía, canciones, relatos y reflexiones sin mas pretensiones que el encuentro y la oportunidad de pensar juntos.
Carolina Hunt es una voz privilegiada, diferente. De gran trayectoria como docente del canto y como interprete de jazz y bossa.
Ramiro Desimone es un guitarrista de tango apasionado, creador de espacios populares y de gran convocatoria para otros músicos del género.
Junto a Carolina hacen tangos con personalidad propia.
El domingo 4, temprano, a las 21 hs, ensayaremos un ensamble de música y palabras en el cálido ambiente del Teatro Bar Bisellia, de la ciudad de Campana. Un lugar de muy buena atención, con buena carta y precios accesibles. Un encuentro que intente puentes entre la belleza de la música y los sueños de justicia. Los esperamos.

lunes, 24 de junio de 2019

Redes o paredes. Trabajo práctico


Problemáticas Socio institucionales.
Año 2019
Prof. Francisco Mina
Pautas para un trabajo práctico

Estudiamos juntos un texto de la investigadora argentina Paula Sibilia.
El libro intenta señalar, discutir, problematizar las incompatibilidades entre la escuela y la incorporación vital de los dispositivos móviles de acceso a las redes informáticas. Dicho así parece que habláramos de la discusión entre dos invenciones: la escuela y los smartphones. Es mucho mas que esto. Nos interesa iniciar un trabajo comprensivo de un fenómeno cultural de profundos cambios, marcados por estos dos símbolos de época.
El libro no intenta cerrar la discusión, sino abrirla. Se llama “¿Redes o Paredes?”. Es notable que el título sea una interrogación. Ya esto marca un estilo.
Mi proyecto es que compartamos ideas propuestas por este texto con cierta profundidad. Para decirlo de otro modo: los convoco a intercambiar y profundizar estas ideas señaladas por Paula Sibilia, poniendo en juego también nuestras propias ideas sobre el tema.


jueves, 6 de junio de 2019

Lentejas (Francisco Mina)


Relato para la revista literaria “El último bastión” de Escobar
Abril de 2019

Hace unos años compre en un bazar de acá, de Escobar, una olla a presión. Fue toda una decisión de madurez, de independencia. Porque cocinar así da toda una imagen de solvencia, de profesionalismo, casi de cierto aire científico. Pero yo no buscaba eso, sino mas bien hacer algo nuevo en casa, echando mano a los mejores recuerdos de la infancia. Y en un rincón de esa memoria estaba la olla de mi vieja. Me maravillaba el misterio de una cacerola cerrada herméticamente y luego sellada con la presión del vapor. Era algo así como la galera de un mago, pero sacando comidas.
La tuve que encargar, y creo que eso colaboró en esa sensación de ingresar a una clase selecta de cocineros alternativos. El Bocha, que regentea el bazar de Martín, me dijo que algunas había vendido desde que las tarifas de gas habían subido tanto, y ahí se completó mi felicidad con un tinte de resistencia popular.
Ahora estoy haciendo unas lentejas, les cuento.
Calenté un poco de aceite y empecé a sacarle el frío a dos cebollas. Yo las corto mas bien gruesas. Eso de “rehogar” me suena cruel, y si hay algo que quiero en esta vida son las cebollas. Si el fuego está muy fuerte se doran y ya no me gusta tanto. Medianito el fuego. Luego le agrego un morrón cortado chiquito, pero no picado, para que en la multitud no pierda ese color tan interesante. Y después dos dientes de ajo. Los corto en rodajitas finas, porque picar no me parece amable.
Ahí pongo una mano de sal gruesa, que es un medida humana, como el olor que a esta altura sale de la olla. Y ya no hay vuelta atrás. Confianza, que esto desemboca en algo maravilloso.
Para esta altura de la obra, Gaby esta charlando en voz bajita arrimando algún mate y eso es lo que busco al cocinar: charlar tranquilos, reírnos, pasarla bien juntos.
Eso de la copa de vino en las cocinas televisivas lo respeto, pero a nosotros no nos cuadra. El vino es para después. En la mesa, que es mas familiar. Pero al cocinar, donde estamos los dos solos, el mate es como un brindis continuado. Alguna vez, luego de una época triste, le preparé estas lentejas diciéndole que no curaban, pero aliviaban el dolor, y así fue.
Después viene el orégano, dos hojitas de laurel que le pido a Luna y trae del fondo, la pimienta negra liberada con el cabo de la cuchilla en la tabla, el ají molido, y dos cucharadas de azúcar.
Ah, me olvidaba, deslizo acá unos hongos secos que le dan un gustito difícil de explicar, pero que traen recuerdos de cuando le ponía carne al guiso.
María, que cumplió quince, es vegetariana. Ella dice que hacemos sufrir a los animales con la manera como los criamos y faenamos. Que el capitalismo de hambre divide al mundo en minorías con carne y mayorías sin plato siquiera, que el calentamiento del planeta tiene que ver con mas vacas y chanchos que oportunidades para vivir mejor... Y la verdad es que me gusta muchísimo la carne, pero mas me gusta que Maria piense y actúe para que este mundo sea un poco mejor. Y entonces cada vez cocino con menos carne.
Después le agrego dos o tres zanahorias. Me gustan mas si son finitas y las rodajas quedan lindas en el plato. Y tres o cuatro papas cortadas en cuartos.
Las lentejas que compramos desde hace un tiempo se hacen mas rápido. No hay que remojarlas.
Las deslizo en la olla con respeto. Me parece de buena gente tratar bien a los demás y a las lentejas.
Agrego poca agua. Hasta que quede apenas cubierto el guiso.
Y ahí cierro la tapa. Es todo un ritual. ¿Hice todo bien, falta algo? Después es tarde. Se parece al acto esperanzado de votar.
Cuando soltó el vapor por arriba hay que bajar el fuego y esperar quince minutos. Ahí charlamos mejor todo lo que balbuceamos mientras cocinábamos. Y si no hay con quien charlar leo un poco. Me resulta estimulante leer mientras espero ese alumbramiento. Es un rato relajado que ayuda a la tranquilidad necesaria para comer y vivir.
Francisco Mina ©
Otoño de 2019

lunes, 3 de junio de 2019

Pasarero (Canción)

PASARERO

Pasa este río, qué pasarero
cuando la luna se cae al cielo
y un velo negro vela este sueño.
Sueño soñado, sueño sediento
de amaneceres que van creciendo
con el espejo manso del río
y mil canoas que va meciendo.

Pasa este río, qué pasarero
mece que mece, río siestero
mece un soleado borde de Enero,
mece su canto con voz de pena
pena que pena la pena muda
pena que pasa, pena que queda
en todo un pueblo que da y espera.

Pasa este río, qué pasarero
cuando amanezca volverme quiero
y ver el día, qué volverero
en que la luna robe del río
el espejado sendero inquieto
y camalotes de limpio vuelo
vistan ciudades de verde nuevo.

Pasa este río, ¡qué pasarero!
y camalotes de limpio vuelo...

LETRA Y MÚSICA: Carlos "Negro" Aguirre

Pasarero. Aznar con Aca seca trio

viernes, 24 de mayo de 2019

Salve Argentina


Salve, Argentina
Bandera azul y blanca
Girón del cielo en donde impera el sol

Tu la más noble
La más gloriosa y santa
El firmamento su color te dio

El firmamento su color te dio
El firmamento su color te dio

Yo te saludo
Bandera de mi patria
Sublime enseña de libertad y honor

Jurando amarte
Como así defenderte
Mientras palpite mi fiel corazón

Mientras palpite mi fiel corazón

martes, 2 de octubre de 2018

Violencia

Vengo de la cabeza soy una banda descontrolada, 
hoy no me cabe nada, vas a correr porque sos cagón. 

Son todos unos putos,unos amargos, unos buchones, 
llaman a los botones, vinieron todos se quedan dos. 

Hoy vas a correr, porque sos cagón, 
con el culo roto, porque mando yo. 

Voy a salir de caño, ya estoy re duro, estoy re pasado, 
como ya estoy jugado me chupa un huevo matarte o no. 

Mi vida es un infierno, mi padre es chorro, mi madre es puta, 
vos me mandás la yuta y yo te mando para el cajón. 

Yo soy el error de la sociedad, 
soy el plan perfecto, que ha salido mal. 

Vengo del basurero que este sistema dejó al costado, 
las leyes del mercado me convirtieron en funcional. 

Soy un montón de mierda brotando de las alcantarillas, 
soy una pesadilla de la que no vas a despertar. 

Vos me despreciás, vos me buchonéas, 
pero fisurado, me necesitás. 

Soy parte de un negocio que nadie puso y que todos usan, 
es la ruleta rusa y yo soy la bala que te tocó. 

Cargo con un linaje acumulativo de misiadura, 
y un alma que supura veneno de otra generación. 

Yo no sé quien soy, yo no sé quien sos, 
el tren del rebaño se descarriló. 

Ya escucho las sirenas la policía me está encerrando, 
uno me está tirando me dio en la gamba, le di a un botón. 

Pasa mi vida entera como un tornado escupiendo sangre, 
manga de hijos de puta me dieron justo en el corazón.

Agarrate Catalina con la participación especial de NTVG
Letra y Música: Tabaré Cardozo

Letra en pdf

sábado, 11 de noviembre de 2017

La existencia del alma en el Caio, HERNÁN CASCIARI

El Zacarías y yo tomamos mate. Siempre. A cualquier hora. Las veces que estuvimos a punto de separarnos, las veces que llegó un hijo nuevo a casa, cuando lo echaron del trabajo, cuando Argentina salió campeón del mundo, cuando se cayeron las torres gemelas. Cuando murió mamá... Entre el Zacarías y yo hubo días sin besos a la mañana, semanas sin dirigirnos la palabra, meses enteros sin juntar los pelos, años larguísimos sin un peso en el bolsillo. Pero no hubo nunca en nuestro matrimonio un solo día sin que él o yo nos sentáramos en silencio a tomar mate.

lunes, 11 de septiembre de 2017

A la orilla de si


Esa mujer camina por la orilla
del mar
y de si misma

La espuma y las rodillas
se le vuelven leves
como el sol de madrugada que la mira

Su andar es como el pálpito del agua
que va y que viene
buscando siempre una salida

Ella camina al sol
a la orilla de si
acariciando el mar con sus pupilas

Francisco Mina

Enero de 2016

martes, 15 de agosto de 2017

Domingo Faustino Sarmiento, política e intolerancia.

“Fue tal el terror que sembramos en toda esa gente —la oposición— con éstos y otros medios (establecimos en varios puntos depósitos de armas y municiones, encarcelamos como unos veinte extranjeros complicados en una supuesta conspiración; algunas bandas de soldados armados recorrían de noche las calles de la ciudad acuchillando y persiguiendo a los mazorqueros) que el 29 triunfamos sin oposición (1). Los gauchos que se resistieron a votar por los candidatos del gobierno fueron encarcelados, puestos en el cepo, enviados al ejército para que sirviesen en la frontera con los indios y muchos de ellos perdieron el rancho, sus escasos bienes y la mujer”.

(1) Se refiere a las elecciones del 29 de marzo de 1857.

(Carta de Domingo F. Sarmiento a Domingo Oro, 17 de junio de 1857)



“¿Lograremos exterminar los indios?. Por los salvajes de América siento una invencible repugnancia sin poderlo remediar. Esa canalla no son más que unos indios asquerosos a quienes mandaría colgar ahora si reapareciesen. Lautaro y Caupolicán son unos indios piojosos, porque así son todos. Incapaces de progreso, su exterminio es providencial y útil, sublime y grande. Se los debe exterminar sin ni siquiera perdonar al pequeño, que tiene ya el odio instintivo al hombre civilizado”.
(Domingo F. Sarmiento en el diario El Progreso, 27/9/1844)


“Tengo odio a la barbarie popular… La chusma y el pueblo gaucho nos es hostil… Mientras haya un chiripá no habrá ciudadanos, ¿son acaso las masas la única fuente de poder y legitimidad? El poncho, el chiripá y el rancho son de origen salvaje y forman una división entre la ciudad culta y el pueblo, haciendo que los cristianos se degraden… Usted tendrá la gloria de establecer en toda la República el poder de la clase culta aniquilando el levantamiento de las masas”.
(Carta de Domingo F. Sarmiento a Bartolomé Mitre, del 24 de septiembre de 1861)



“Si los pobres de los hospitales, de los asilos de mendigos y de las casas de huérfanos se han de morir, que se mueran: porque el Estado no tiene caridad, no tiene alma. El mendigo es un insecto, como la hormiga. Recoge los desperdicios. De manera que es útil sin necesidad de que se le dé dinero. ¿Qué importa que el Estado deje morir al que no puede vivir por sus defectos? Los huérfanos son los últimos seres de la sociedad, hijos de padres viciosos, no se les debe dar más que de comer”.
(Del discurso en el Senado de la Provincia de Buenos Aires, 13 de septiembre de 1859)


“No trate de economizar sangre de gauchos. Éste es un abono que es preciso hacer útil al país. La sangre de esta chusma criolla, incivil, bárbara y ruda, es lo único que tienen de seres humanos”.

(Carta de Domingo F. Sarmiento a Bartolomé Mitre, 20 de septiembre de 1861)

martes, 3 de enero de 2017

Despedida a John Berger



Ayer lunes 2 de enero, ha muerto John Berger. Desde hace no mas de 10 años comencé a leer muchos de sus artículos, ensayos y novelas. Es una escritura (ella continuará en un presente vivo) que se desliza con suavidad, como la carbonilla con la que dibujaba. En la era de la imagen, escribió como quien relata su propia mirada.

Incorporé un texto suyo en los cursos de ética docente para reflexionar sobre la mirada como hospitalidad de la subjetividad.
Me da mucha tristeza su ausencia. Su último libro, bellísimo, es un homenaje que escribió con su hijo para su fallecida compañera en el 2013. Habla de la presencia en la ausencia. El tango “trenzas” dice “y así mi soledad, se agranda con buscarte”.
Quisiera fantasear pensando que murió en la humana aventura de amar.
Comparto el texto que ofrecí estos años como un momento bibliográfico, a modo de memoria de un hombre que admiro.

Francisco Mina


Los retratos de Fayum.
El tamaño de una bolsa”. John Berger.
Alfaguara. 2004. BsAs. ( Pags. 59-66)

Son los retratos más antiguos que se conservan; se pintaron en la misma época en la que se escribió el Nuevo Testamento. Entonces, ¿cómo es posible que nos resulten hoy tan próximos? ¿Por qué tienen un aire más contemporáneo que cualquier otra imagen de los dos milenios de arte europeo que les sucedieron? Los retratos de El Faiyum nos llegan como si los hubieran pintado el mes pasado. ¿Por qué? Ese es su enigma.

La respuesta más sencilla sería que son una forma artística híbrida, totalmente bastarda, y que esa heterogeneidad concuerda con ciertos factores de nuestra situación actual. Sin embargo, para poder explicar esa respuesta, debemos proceder paso a paso.

Están pintados sobre madera —sobre todo de tilo—, y algunos sobre lino. Los rostros tienen un tamaño algo menor que el natural. Varios están pintados al temple; el disolvente utilizado para la mayoría de ellos es encausto, es decir, pigmentos mezclados con cera de abeja.

Todavía hoy podemos seguir las pinceladas del pintor o las marcas de la cuchilla que usó para raspar el pigmento. La superficie en la que se hicieron los retratos era oscura. Los pintores de El Faiyum trabajaban desde la oscuridad hacia la luz.

Lo que no puede mostrar ninguna reproducción es lo atractivo que sigue resultando un pigmento tan antiguo. Los pintores usaban cuatro colores, aparte del dorado: negro, rojo y dos ocres. La carne que pintaron con estos pigmentos le hace pensar a uno en el maná. Los pintores eran griegos egipcios. Los griegos se habían establecido en Egipto desde la conquista de Alejandro Magno, cuatro siglos antes.

Se denominan los retratos de El Faiyum porque se hallaron a finales del siglo pasado en la provincia del mismo nombre, una tierra a la que llaman El jardín de Egipto, a 80 kilómetros al oeste del Nilo, ligeramente al sur de Menfis y El Cairo. En aquella época, un comerciante llegó a asegurar que se habían descubierto retratos de los Ptolomeos y Cleopatra. Después los tacharon de falsificaciones. En realidad, son auténticos retratos de una clase media urbana: maestros, soldados, atletas, sacerdotes, comerciantes, floristas... A veces conocemos sus nombres: Flaviano, Isarous, Claudina...

Fueron descubiertos en necrópolis porque se pintaban con el fin de acompañar a la momia de la persona retratada cuando ésta moría. Probablemente se pintaban del natural (en algunos de ellos tuvo que ser así, por la extraordinaria vitalidad que exhiben); otros, quizá, se hicieron póstumamente.

Cumplían una doble función: eran retratos de identificación —como fotos de pasaporte— para el viaje de los muertos con Anubis, el dios con cabeza de chacal, hasta el reino de Osiris; en segundo lugar, durante un breve periodo, servían de recordatorios de los fallecidos para la familia. Se tardaban 70 días en embalsamar el cuerpo y, en ocasiones, la momia se guardaba después en casa, antes de colocarla en la necrópolis.

Desde el punto de vista del estilo, como he dicho, los retratos son híbridos. Por entonces Egipto era una provincia romana. Por consiguiente, las ropas, los peinados y las joyas seguían la última moda de Roma. Los griegos que realizaron los retratos empleaban una técnica naturalista derivada de la tradición instaurada por Apeles, el gran maestro griego del siglo IV antes de Cristo. Y, además, eran objetos sagrados en un ritual funerario exclusivamente egipcio. Han llegado hasta nosotros procedentes de una época de transición.

Parte de la precariedad de ese momento resulta visible en la forma de pintar los rostros, independientemente de su expresión. En la pintura egipcia tradicional no se representaba a nadie de frente porque la vista frontal abría la posibilidad opuesta, la de la perspectiva posterior de alguien que se da la vuelta y se va. Todas las figuras pintadas por los egipcios estaban en un eterno perfil, de acuerdo con la preocupación egipcia por la continuidad perfecta de la vida después de la muerte.

Sin embargo, los retratos, pintados con arreglo a la antigua tradición griega, muestran rostros enteros o en tres cuartos. Ante ellos percibimos todavía, en parte, lo desacostumbrado de esa frontalidad. Es como si acabaran de intentar dar un paso hacia nosotros.

Entre los cientos de retratos que se conocen, hay gran diferencia de calidad. Había grandes maestros y pintorzuelos. Había algunos que hacían un trabajo apresurado y rutinario y otros (muchos, sorprendentemente) que ofrecían hospitalidad al alma de su cliente. No obstante, las opciones pictóricas a disposición del autor eran mínimas y la prohibición formal muy estricta. Paradójicamente ésa es la razón de que, en los casos más logrados, podamos sentir la inmensa energía de su arte.

Detengámonos en dos hechos: primero, el acto de pintar un retrato de El Faiyum y, segundo, la acción de contemplarlo ahora.

Ni quienes encargaban los retratos ni quienes los pintaban pudieron jamás imaginar que los vería la posteridad. Eran imágenes destinadas a permanecer bajo tierra.

Ello significaba una relación especial entre el pintor y la persona que posaba. Esta no era todavía un modelo, y el pintor no era todavía un medio para alcanzar la gloria futura. Al contrario, los dos, ambos vivos en aquel momento, trabajaban juntos en la preparación para la muerte, una preparación que aseguraba la supervivencia. Pintar era dar nombre, y tener un nombre era una garantía de continuidad.

En otras palabras, al pintor de El Faiyum no se le llamaba para que hiciera un retrato, tal como lo entendemos hoy, sino para que plasmara a su cliente, hombre o mujer, mientras le miraba. Era quien se sometía a la mirada, más que el "modelo". No debemos considerar estas obras como retratos, sino como cuadros que representan la experiencia de que nos miren Flaviano, Isarous, Claudina...

Este tratamiento, este enfoque, es distinto de cualquier otra cosa que podamos hallar posteriormente en la historia del retrato. En épocas sucesivas se pintaban para la posteridad, para dar testimonio de alguien que estaba vivo a futuras generaciones. Mientras se pintaban ya se concebían en el pasado, y el pintor abordaba su modelo en tercera persona, singular o plural, según los casos.

Para el pintor de El Faiyum la situación era muy diferente. Se sometía a la mirada del modelo, para el que era el pintor de la Muerte. Y esa mirada del modelo a la que se sometía le abordaba a él en segunda persona del singular. Eso explica, en parte, su inmediatez.

Al contemplar estos retratos que no nos estaban destinados nos encontramos presos en el encantamiento de una intimidad contractual muy especial. Si los retratos de El Faiyum se hubieran descubierto antes, se habrían considerado, a mi juicio, poco más que una curiosidad. Para una cultura confiada y expansiva, estos cuadritos pintados sobre lino o madera habrían parecido, probablemente, tímidos, torpes, ligeros, repetitivos, poco inspirados.

La situación en este final de siglo es distinta. El futuro, ahora mismo, está devaluado, y el pasado resulta superfluo. Mientras tanto, los medios de comunicación rodean a la gente de una cantidad de imágenes sin precedentes, muchas de las cuales son rostros. Los rostros lanzan arengas constantes provocando envidia, nuevos apetitos, ambición o, en ocasiones, compasión mezclada con una sensación de impotencia. Además, todos esos rostros tienen sus imágenes procesadas y escogidas para que las arengas sean lo más ruidosas posible.

Imaginemos, pues, qué ocurre cuando alguien se enfrenta con el silencio de los rostros de El Faiyum y se detiene bruscamente. ¡Imágenes de hombres y mujeres que no hacen ningún llamamiento, que no piden nada, pero que declaran que tanto ellas como quienes las miran son seres vivos! Esas imágenes encarnan, en toda su fragilidad, un respeto por sí mismas que ya no se estila. Confirman, pese a todo, que la vida era y es un don.

Hay otra razón por la que los retratos de El Faiyum nos hablan hoy. Este siglo, como tantas veces se ha señalado, es el siglo de la emigración, tanto forzosa como voluntaria. Es decir, un siglo de despedidas sin fin y habitado por los recuerdos de esas despedidas.

Los retratos de El Faiyum tocan una llaga parecida y de una forma similar. Los rostros pintados también son imperfectos, y más preciosos de lo que era el ser vivo, sentado en el estudio del pintor, con su olor a cera de abejas derretida. Imperfectos porque es evidente que están fabricados. Más preciosos porque la mirada pintada está concentrada por completo en la vida que sabe que algún día perderá. Y así nos miran los retratos de El Faiyum, como los seres desaparecidos de nuestro propio siglo.

lunes, 19 de septiembre de 2016

Civilización y barbarie y la campaña del desierto II

Informe oficial de la Comisión Científica agregada al Estado Mayor General de laexpedición al Río Negro (Patagonia), realizadaen 1879, bajo las órdenes del general JulioArgentino Roca 

Corresponde al documento en PDF del archivo histórico de educ.ar. (Presidencia de la Nación)

Resalto el último párrafo con la justificación civilizadora al saqueo y la masacre

"Es evidente que en una gran parte de las llanuras recién abiertas al trabajo
humano, la naturaleza no lo ha hecho todo, y que el arte y la ciencia deben
intervenir en su cultivo, como han tenido parte en su conquista. Pero se
debe considerar, por una parte, que los esfuerzos que habría que hacer
para transformar estos campos en valiosos elementos de riqueza y de
progreso, no están fuera de proporción con las aspiraciones de una raza
joven y emprendedora; por otra parte, que la superioridad intelectual, la
actividad y la ilustración, que ensanchan los horizontes del porvenir y hacen
brotar nuevas fuentes de producción para la humanidad, son los mejores
títulos para el dominio de las tierras nuevas. Precisamente al amparo de
estos principios, se han quitado éstas a la raza estéril que las ocupaba. […]"

Civilización y barbarie y la campaña del desierto I

Imágenes de la Patagonia en los viajeros científicos de la Campaña del Desierto

Rodrigo Guzmán Conejeros
CURZA-UNCo.

La campaña militar que la historiografía ha designado como “Campaña del Desierto”, que se realizó en 1879 tuvo claros componentes de conquista, al contrario de las anteriores luchas contra el indio, de carácter más bien punitivo. Es decir, que el triunfo militar de los territorios dominados por el indio al sur de la provincia de Buenos Aires, se vio acompañado por diferentes acciones de presencia del Estado, buscando incorporar la región patagónica al territorio nacional.

miércoles, 13 de julio de 2016

El perfecto negocio de la educación

Por Adriana Puiggrós *

Las grandes corporaciones han tomado el mando de una “reforma” educativa, que acompañan con campañas de desprestigio de los docentes. Bill Gates encabeza la operación en Estados Unidos, en pos del apetecible mercado de la educación. Gates apoyó el documental “Waiting for Superman”, dirigido por David Guggenheim, que apunta al sentido común del sujeto parido por los medios corporativos. Fue duramente impugnado por los gremios docentes estadounidenses y tiene versiones para países latinoamericanos, como “De panzazo” (ver youtube). En Estados Unidos, como ha denunciado el periodista David Brooks, la educación alcanzó el segundo lugar en el mercado con cerca de dos billones de dólares en juego, siendo pioneras las empresas dedicadas a vender exámenes estandartizados para docentes, alumnos y establecimientos educativos; son las que más rédito sacan del negocio, alcanzando una tasa de crecimiento de dos dígitos. Rápidos para los negocios, el magnate Rupert Murdoch y bancos como Goldman Sachs y JPMorgan Chase, han incrementado poderosos fondos de inversión en educación. El mexicano Luis Hernández explica que la campaña de satanización en su país está motorizada por los monopolios informáticos, como Televisa y TV Azteca. Evaluar ahora resulta un negocio redondo: inscripto en el discurso pedagógico neoliberal, el término se torna medir para tasar, poner precio a cada trozo del proceso educativo. De eso se trata. La “reforma” consiste en habilitar el sistema público para que la modernización tecnológica quede en manos de las empresas de informática, se establezcan aranceles para favorecer los préstamos usurarios de los bancos a las familias, se privatice la administración de contrataciones de docentes y personal administrativo. Como corresponde a la lógica empresarial, hay que bajar costos. Dado que el rubro salarial docente es más del 80 por ciento del presupuesto educativo, hay que eliminar docentes. Pero la mayor parte de la sociedad todavía sabe que la educación requiere de la maestra/o, los alumnos se alegran cuando un humano los atiende en persona (y no solamente por Skype) y la educación sigue siendo un vínculo social, aunque algunos seres poderosos se escondan detrás de los robots y de los paquetes de contenidos que venden en el mercado. Que el sistema escolar siempre necesita mejoras es una verdad de Perogrullo, por lo cual no es difícil deducir que denostar a los docentes es uno de los más fáciles programas publicitarios de la “reformas” que tienen como meta flexibilizar las formas de contratación. No obstante, se les interpone una de las más caras conquistas de los trabajadores de la educación: la convención colectiva de trabajo. Nuestros trabajadores, entre ellos los docentes, tienen esa conciencia de clase que pudo palparse en la multitudinaria manifestación del pasado 29 de abril y en el encomiable esfuerzo que están realizando en pos de la unidad de las centrales gremiales. Hay la resistencia en varios países, como en México donde los docentes están en pie de lucha y en Chile donde no ceden las demandas masivas por la estatización y gratuidad de la enseñanza. Frente a esos obstáculos, los técnicos de las corporaciones desarrollaron un discurso que justifica poner precio a los educadores y hacerlos competir en el mercado. La historiadora de la educación Diane Ravitch-quien ocupó importantes cargos en el área durante los gobiernos de George H.W.Bush y Bill Clinton- renunció en 2010 a sus lugares públicos, denunciando el carácter destructivo de la evaluación que se aplica. En su best seller La muerte y la vida del gran sistema escolar estadounidense: como evaluar y socavar la educación, Ravitch criticó los usos punitivos del “accountability” para echar a educadores y cerrar escuelas. La autora relaciona fuertemente el sostenimiento de la educación pública con el derecho de los docentes a la negociación colectiva. En cambio el principal argumento (falaz) que usa la campaña es que los maestros y profesores no quieren que se los evalúe porque no saben nada; son burócratas que aprovechan los puestos estatales para trabajar lo menos posible. Ninguno de los tres argumentos contiene verdad. Los gremios han expresado repetidamente que no rechazan la evaluación que integre el proceso de enseñar-aprender, sino su uso para justificar los despidos, la estratificación del sector, la baja de los salarios y la entrega de las contrataciones a las leyes del mercado. Los docentes reclaman que se mejore la organización de su trabajo, concentrar sus horas en una o dos escuelas, tener una cantidad razonable de alumnos para trabajar en profundidad con ellos. Resienten la escasa capacitación que (en la Argentina como en la época de Menem) vuelve a ser un negocio. El instrumento para llevar a cabo la discriminación ha sido probado en Chile e instalado en numerosos países y consiste en un Instituto estatal con autonomía, dedicado a la evaluación de la “calidad”. Esa es la palabra que esconde el secreto: ¿quién y con qué objetivos se define la “calidad” de la educación? La acepción neoliberal sirve para legitimar las regulaciones de la educación de acuerdo a los requerimientos del mercado. Es un negocio perfecto: una clientela infinita y regulable, más un Estado tonto que financie lo que no rinde dividendos. Afortunadamente, organizaciones de la importancia de la Internacional de la Educación (que representa a los sindicatos del mundo), el Movimiento Pedagógico Latinoamericano, la Ctera y las demás organizaciones de trabajadores de la educación de nuestro país, trabajan intensamente para evitar el derrumbe cultural y luchan por una educación cuya “calidad” se defina desde concepciones democráticas de la cultura, de la historia y del futuro.

Pagina 12 (El pais. Miercoles 13 de Julio de 2016)
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